Datos de interés:

- A pesar de que el principal interés turístico de ambos países es sus vestigios arqueológicos, Siria y Jordania ofrecen mucho más que piedras antiguas
- La primavera parece la fecha ideal para realizar un viaje por la región. Esta nos recibió con temperaturas frescas al Norte de Siria y días muy calurosos al Sur de Jordania. La lluvia sólo nos visito en una ocasión.
- El viento predominante de la zona es el que sopla fuertemente del Oeste.
- Pedaleamos 1200 kilómetros por carreteras en su mayoría bien asfaltadas. Por lo que una cubierta mixta para la bici puede ser suficiente. Algún inoportuno pinchazo se convirtió en la única avería.
- Durante el viaje bebimos agua del grifo con toda tranquilidad sin tener que correr al baño en ninguna ocasión.
- El idioma no fue una barrera insalvable. Aunque nosotros no entendíamos ni “papa” de árabe, parece que las parabólicas han sustituido al “home english”. Además nosotros teníamos a Aitor.
- Cambiamos sin problemas euros por libras sirias o dinares jordanos.
- Volamos desde Gasteiz con el visado sirio. Y conseguimos fácilmente el jordano, en la embajada que este país tiene en Damasco.
- Para una sociedad mayoritariamente musulmana y por tanto muy conservadora, nuestra indumentaria encima de la bici no supuso un grave problema. Aunque la parte femenina del grupo recibiera alguna que otra mirada lasciva.
- No olvidar descalzarse al entrar en sus casas. En cierta ocasión, al vestirnos de nuevo los calcetines, comprobamos que éstos habían sido lavados.
- En señal de agradecimiento a la hospitalidad de la gente, optamos por llevar dulces y pasteles en nuestras alforjas.
- No obstante, una tienda de campaña nos dará gran autonomía.
- No dejar de degustar los pastelitos de pistachos del Norte de Siria..
- Viaje realizado por Aurora Segurola, Aitor Mújica, Javier Ortiz de Martioda, Eddy Gómez y Rubén Segura, del 15 de abril al 15 de mayo del 2004.

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