SIRIA

Risas, gesto de preocupación y por último “cara de tonto”, las que se nos quedaron a Eddy y a mí al comprobar que la cinta transportadora del aeropuerto de Damasco no traía dos enormes cajas de cartón. Las cosas no podían empezar peor.
Con lo puesto y la promesa de que en un par de días las bicis estarían en el destino, tomamos un autobús rumbo a Alepo. Elegimos esta ciudad al Norte de Siria (a 50 km. de Turquía) para comenzar la ruta. A la espera de los equipajes visitamos las zonas turísticas de la ciudad. Dos días y las bicis no aparecen.
- Se encuentran en París – nos asegura una voz al otro lado del teléfono.
- Hoy están en Beirut y en un par de días llegarán a Damasco – nos confirma la “ servicial señorita” de la compañía aérea. - Nos dijeron dos días y nos vamos a pasar las vacaciones sin salir de esta p... ciudad -.

Al mal tiempo buena cara. Y gracias al contratiempo de las bicis, conocemos esa parte de la ciudad que no aparece en los folletos. Paseamos por callejuelas en las que los artesanos se concentran por gremios. Aquí zapateros, allá orfebreros, trabajadores de forja, curtidores...
Después de cuatro días, por fin llegan las bicicletas.

No hay comentarios: